domingo, 6 de octubre de 2013

Gustavo Adolfo Bécquer



Hola os dejo algunos enlaces interesantes y una selección de las rimas para que las leáis.

Una breve biografía:




Biblioteca de autor Bécquer de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. 

Rimas, Gustavo Adolfo Bécquer en la página del Centro Virtual Cervantes. Es una edición crítica (anotada) de las Rimas a cargo de Luis Caparrós Esperante.

Ocho Rimas de Bécquer, sacadas de aquí.

Y la selección de Rimas;



RIMA IV

No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
Podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
Y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras sintamos que se alegra el alma
sin que los labios rían;
mientras se llora sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza.batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡Habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!


RIMA VII

Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas
como el pájaro duerme en la rama
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! -pensé-, ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: “Levántate y anda”!


RIMA XI

- Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión;
de ansia de goces mi alma está llena;
¿a mí me buscas?
-No es a ti; no
- Mi frente es pálida; mis trenzas de oro
puedo brindarte dichas sin fin;
yo de ternura guardo un tesoro;
¿a mí me llamas?
-No; no es a ti.
- Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte.
-¡ Oh, ven; ven tú!






RIMA XIII

Tu pupila es azul,
y cuando ríes, su claridad suave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul, y cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea
me parece, en el cielo de la tarde,
¡una perdida estrella!

RIMA XVII

Hoy la tierra y los cielos me sonríen;
hoy llega al fondo de mi alma el sol;
hoy la he visto..,
la he visto y me ha mirado...
¡Hoy creo en Dios!


RIMA XVIII

Fatigada del baile, encendido el color,
breve el aliento, apoyada en mi brazo,
del salón se detuvo en un extremo.
Entre la leve gasa que levantaba el palpitante seno,
una flor se mecía
en compasado y dulce movimiento.
Como cuna de nácar
que empuja al mar y que acaricia el céfiro
tal vez allí dormía al soplo de sus labios entreabiertos.
¡Oh! ¡Quién así, pensaba,
dejar pudiera deslizarse el tiempo!
¡Oh, si las flores duermen,
qué dulcísimo sueño!




RIMA XX

Sabe, si alguna vez tus labios rojos
quema invisible atmósfera abrasada,
que al alma que hablar puede con los ojos,
también puede besar con la mirada.

RIMA XXI

¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul..
¿Que es poesía?, Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

RIMA XXII

¿Cómo vive esa rosa que has prendido
junto a tu corazón?
Nunca hasta ahora contemple en la tierra
sobre el volcán la flor.

RIMA XXIII

Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso... ¡yo no sé
que te diera por un beso!


RIMA XXIV

Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.
Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.
Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.


RIMA XXIX

Sobre la falda tenía
el libro abierto, en mi mejilla tocaban
sus rizos negros: no veíamos las letras
ninguno, creo, mas guardábamos entrambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró?
Ni aun entonces pude saberlo;
sólo se que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
Creación de Dante era el libro,.era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos
yo dije trémulo:
¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?




Y ella respondió encendida:
¡Ya lo comprendo!

RIMA XXX

Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mis labios una frase de perdón...
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: "¿Por que callé aquél día?"
y ella dirá. "¿Por qué no lloré yo?"


RIMA XXXIII

Es cuestión de palabras,
y, no obstante,
ni tú ni yo jamás,
después de lo pasado,
convendremos
en quién la culpa está.
¡Lástima que el amor un diccionario
no tenga dónde hallar
cuando el orgullo es simplemente orgullo
y cuando es dignidad!


RIMA XXXV

No me admiró tu olvido!
Aunque de un día, me admiró tu cariño mucho más;
porque lo que hay en mí que vale algo eso...
¡ni lo pudiste sospechar!


RIMA XXXVIII

Los suspiros son aire y van al aire!
Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer, cuando el amor se olvida
¿sabes tú adónde va?


RIMA XLII

Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche,

en ira y en piedad se anegó el alma,
¡Y se me revelo por qué se llora,
y comprendí una vez por qué se mata!
Pasó la nube de dolor..., con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo
¡Me hacia un gran favor!..
Le di las gracias.


RIMA LI

Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nubes de tempestad que rompe el rayo
y en fuego encienden las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad!, ¡tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!








RIMA LII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales

jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas... ¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!


RIMA LIII

Cuando volvemos las fugaces horas
del pasado a evocar,
temblando brilla en sus pestañas negras
una lágrima pronta a resbalar.
Y al fin resbala y cae como gota
del rocío al pensar que cual hoy por ayer,
por hoy mañana
volveremos los dos a suspirar.


RIMA LXVI

¿De dónde vengo...?
El más horrible y áspero
de los senderos busca:
Las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura, los despojos de un alma
hecha jirones en las zarzas agudas,
te dirán el camino que conduce a mi cuna.
¿A donde voy?
El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna, donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.


RIMA LXIX

Al brillar un relámpago nacemos
y aún dura su fulgor cuando morimos;
tan corto es el vivir.
La gloria y el amor tras que corremos
sombras de un sueño son que perseguimos:
¡Despertar es morir!





RIMA LXXIX

Mi vida es un erial,
flor que toco se deshoja;
que en mi camino fatal
alguien va sembrando el mal
para que yo lo recoja.


RIMA LXXXI

Dices que tienes corazón, y solo
lo dices porque sientes sus latidos;
eso no es corazón...
es una máquina que al compás
que se mueve hace ruido.


RIMA LXXXIV
A CASTA

Tu voz es el aliento de las flores,
tu voz es de los cisnes la armonía;
es tu mirada el esplendor del día,
y el color de la rosa es tu color.
Tú prestas nueva vida y esperanza
a un corazón para el amor ya muerto:

tú creces de mi vida en el desierto
como crece en un páramo la flor.










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